"La rara"

26.08.2023

Me decían rara por hablar con las flores,

me decían rara por sentir el viento, el agua, la tierra y el fuego

me decían rara por mi conexión con los animales

me decían rara por no entender mis sentidos.

Crecí siendo la rara de la casa, de la familia y de los grupos. Apagué mis sentidos como coraza de protección ante ese mundo hostil al que nunca creí pertenecer. Lejos de crecer desde la confianza, afirmación de mi ser y la seguridad de mi misma me fui alejando de esa persona que era, desconectándome de mi propio propósito.

En la edad adulta poco cambio, o tal vez todo, quizá fue como tuvo que ser llegar a encontrar aquella semilla plantada en mi interior pero aún sin germinar.

Frases como:

- "eres una mente retorcida" cuando sólo necesitaba entender lo que sentía,

- "eres más rara que un perro verde" por tener gustos diferentes a los demás

- "tú lo que estás es poseída" al preguntar por qué sentía más fuerte

Todas y cada una de ellas favorecieron más mi inseguridad, cada día se hacía más duro encontrar dónde y con quién encajar. El término "loco" está muy presente cuando lejos de interesarse por entender y comprender esas circunstancias las juzgaban invalidando mi mente, mi cuerpo y mi alma.

Si es tu caso o el caso de algún familiar o conocido y más si es un niño, no juzgues, acompaña sus emociones y si crees realmente que puede tener un problema acude a un buen especialista.

No luches por cambiarle sino por comprenderle aunque no llegues a entenderle. En ocasiones el daño es irreparable y puede marcar toda su vida.

"Escrito anónimo"