Cábala y Flores
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El fundamento de este trabajo es relacionar el sistema floral creado por el Dr. Edward Bach con la tradición de la Cábala donde se encuentra el Árbol de la vida (Etz HaJayim ), arquetipo que nos ayuda a comprender el origen de la creación y el funcionamiento del universo, estudiado dentro del misticismo judío.
Para fundamentar esta relación me he apoyado en diferentes fuentes cabalísticas, así como en conferencias y escritos de Edward Bach como creador del sistema floral, creando un análisis meditativo e interpretativo con el fin de extraer la mayor información posible y su relación con la mística hebrea.
Las preguntas que inicialmente me planteé fueron, ¿por qué un sistema con 38 esencias, ni una más ni una menos? ¿qué relación pueden tener estos 38 remedios vibracionales con el misterio de la Creación tan presente en los escritos de E. Bach? Tal vez, en ese momento, Edward Bach tuvo que esconder sutilmente entre líneas alguna información para llegar al máximo de personas posibles, considerando tanto los condicionamientos prejuiciosos y/o restrictivos de la época, como los sociales y religiosos entre otros.
A lo largo de la historia, los Cabalistas han realizado un minucioso trabajo de revelación de información a través del análisis y la meditación de los textos sagrados para tratar de comprender cómo funcionan las leyes naturales y universales en los distintos niveles de energía y de esta forma entender la realidad de la materia. De forma sabia e intuitiva sabían que si podían llegar a conocer cómo operaban las energías de universales hallarían el camino de retorno (Teshuvá תשובה) a través de la expansión de la conciencia y de esta forma, algún día, la humanidad tendría el mérito de comer del Árbol de la Vida eterna.
Para responder las preguntas planteadas inicialmente me remití, en una primera instancia, a indagar sobre el significado de las flores en los estudios cabalísticos con la finalidad de dar un fundamento al concepto de sistema floral en relación al Creador y encontré lo siguiente:
"Produzca la tierra hierba, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra; y fue así".
Génesis 1:11
"Las flores aparecen sobre la Tierra; el tiempo de los cantos (et ha-zmir) ha llegado y el arrullo de la tórtola se siente en nuestro país".
Cant. 2:12
Lo dicho en este último texto se refiere a que antes de la creación del mundo, el Creador, dio a la Tierra toda la fuerza generadora, pero tal fuerza se concentró solamente en las flores y no se manifestó hasta la creación del hombre y es en este momento cuando todas las fuerzas se manifiestan.
Fundamentada esta primera relación encuentro un punto de partida y es el desarrollo del sistema de curación mediante las flores (conceptualización formulada por E. Bach) que originariamente constaba de Doce curadores, al que posteriormente se le unieron los siete ayudantes y finalmente los diecinueve remedios más, completándose así un sistema "simple" de 38 Remedios.
E. Bach se refiere a estos remedios como hierbas y si vamos a la traducción y al origen de esta palabra en hebreo que conceptualmente es usada para designar de forma general las esencias encontramos lo siguiente:
La palabra דשא (déshe) en hebreo se refiere a la hierba.
A continuación expongo una disposición respecto a la relación de elementos generales de esencias y árbol de la vida.
A partir de aquí, he ido creando relaciones con el universo de Yetzirá como centro emocional en el plano de conciencia psicológica, en referencia a los textos del Dr. Bach, referencia que también encontramos en la Cábala en la mención del Zohar respecto a los dos corazones del mundo donde se explica que
Y dado que un profundo análisis no es posible en tan reducido trabajo, he decidido formular breves conclusiones generales, citando algunos textos, incluyendo algunos gráficos y explicando el análisis interpretativo, el cual me llevará a centrarme en las doce diagonales en relación a los Doce Curadores en posteriores trabajos.
Para poder plantear mi hipótesis de trabajo es importante hacer una mención sobre la filosofía de E. Bach, influenciada claramente por diferentes tendencias y pensamientos, atribuibles a Hipócrates, Paracelso, Culpeper y Hahnemann, así como a la masonería británica como miembro de la misma.
Unas palabras claves para enfocar este estudio han sido el concepto de enfermedad referido por el Dr. Bach, entendiendo enfermedad como desequilibrio entre el alma y la personalidad, y el concepto de desequilibrio en la creación del universo, fundamentos de las 38 esencias:
"La abolición de la enfermedad dependerá de que la humanidad descubra la verdad de las leyes inalterables de nuestro Universo y de que se adapte con humildad y obediencia a esas leyes, trayendo la paz entre su alma y su ser";
"Para comprender la enfermedad, su objetivo, su naturaleza y su curación, debemos empezar por conocer las razones de nuestro ser y las leyes de nuestro creador en relación con nosotros"
E. Bach (1933)
"Tú me has revestido de piel y de pelo, tú me has afianzado con huesos y nervios (Job 10:11).
"Y Dios creó al hombre a Su imagen…" (Gen. 1:27)
Si bien, lo citado anteriormente daría para un gran análisis desde ambas miradas, Cábala y Sistema Floral, al no ser objeto de este trabajo, únicamente lo cito como referencias comparativas y complementarias.
Bajo este enfoque comparativo y con la intención de acercar ambas disciplinas para ser comprendidas de forma más clara, he considerado necesario explicar brevemente las bases del trabajo del Dr. Bach, por guardar gran similitud con el estudio del misticismo hebreo, disciplinas que comparten, entre otros, un objetivo común: la rectificación del alma, tanto a nivel individual (Tikum) como a nivel colectivo (Tikum Olam).
Para Bach, la corrección consistía en transformar los defectos en virtudes, y para los Cabalistas, la rectificación de los desequilibrios del ser humanos en todos los niveles, una especie de herencia genética, por nombrarla de alguna manera, del TzimTzum Alef, como se denomina a la primera auto-contracción del universo, donde por fractalidad se recoge toda la información que más adelante dará lugar a la creación (universo de Briá); y encontramos el modelo de rectificación, TzimTzum Bet, segunda auto-contracción, donde operará una conciencia de unidad (Daat) para reorganizar las energías (universo de Atzilut) y permitir la formación (universo de Yetzirá).
Los sabios cabalistas ya captaron la información de que la creación del universo es posible gracias a la asimetría entre energías, sin embargo esta asimetría no es aleatoria, por estar dentro de unos valores muy determinados que posibilitan que se den las condiciones necesarias para que se produzca el vacío que dé lugar al origen del Universo, lo que desde el misticismo judío conocemos como Butzina di cardinuta o la lámpara de oscuridad como así nos muestra el Zohar: "En el principio de la autoridad del Rey la Lámpara de Oscuridad grabó un hueco en la Luminiscencia suprema…"
Teniendo en cuenta la forma en la que los remedios actúan podemos establecer una analogía con los cinco niveles del alma:
- Nefesh – en un plano físico y conductual.
- Ruaj – en un plano emocional
- Neshamá – en un plano mental
- Jaiá – en un plano espiritual
- Iejidá – en un plano trascendental
El sistema de remedios florales actúa sobre los niveles de Nefesh y Ruaj, por este motivo será válido para animales y plantas.
Al administrarlos en el ser humano, ayudará a transformar las Klipot en Midot, es decir, los defectos en virtudes para alcanzar el nivel de la Neshamá.
De todo lo expuesto anteriormente ya podemos deducir que la enfermedad es la consecuencia del desequilibrio entre la personalidad y alma. Considerando el concepto mente como un nivel de conciencia Nefesh, más centrado en la materia y necesidades biológicas que en el nivel de Ruaj, ya conectado con las emociones, pero que va a necesitar de Daat, de entendimiento, de conciencia de unidad y reorganización de energías para alcanzar una conciencia Neshamá, libre de condicionamientos y circunstancias.
Sólo siguiendo los dictados del Alma, del nivel de la Neshamá, que como ya se mencionó tiene el modelo de rectificación podremos percibir la libertad dado que ésta está fuera del cuerpo físico.
Ya en esta primera exposición se evidencia que la intención de los remedios (como fuerzas generadoras antes del hombre citado anteriormente) es ayudar a revelar la luz contenida en su interior como códigos de información, información que el nivel del alma de la Neshamá integrará con la finalidad de revelar en Maljut, en la materia (es obvio que para este fin necesita de un cuerpo físico que se lo permita en las mejores condiciones posibles). A medida que los desequilibrios se vayan corrigiendo, es decir, que se vayan desarrollando las virtudes correspondientes, también estaremos en vías de nuestro propio Tikum.
Y para poder desarrollar el contenido de este estudio donde se relaciona la filosofía del Dr. Bach con los estudios cabalísticos me baso, entre otros datos, en el hecho de que el Dr. Bach se centra en el plano psíquico, como asiento de la mente y del alma, y así nos lo hace saber en los principios fundamentales en los que basa la naturaleza de la enfermedad.
· El hombre tiene un Alma que es su ser real (...).
· Nosotros, tal y como nos conocemos en el mundo, somos personalidades que estamos aquí para obtener todo el conocimiento y la experiencia que pueda lograrse a lo largo de la existencia terrena (…).
· Tenemos que darnos cuenta de que nuestro breve paso por la Tierra, que conocemos como vida, no es más que un momento en el curso de nuestra evolución (…). Nuestro nacimiento está infinitamente lejos de ser nuestro principio y que nuestra muerte esta infinitamente lejos de ser nuestro final.
· Mientras nuestra Alma y nuestra personalidad estén en buena armonía, todo es paz y alegría, felicidad y salud (…).
· Comprensión de la Unidad de todas las cosas: el Creador de todas las cosas es el Amor, y todo aquello de lo que tenemos conciencia es en su infinito número de formas una manifestación de ese Amor, ya sea un planeta o un guijarro, una estrella o una gota de rocío, un hombre o la forma de vida más inferior (…) Y aunque a nosotros cada rayo* nos parezca aparte y distinto, forma en realidad parte del gran Sol central. La separación es imposible, pues en cuanto se corta un rayo de su fuente, deja de existir (…).
En base a sus afirmaciones, las personas encontrarían un método natural de conectar con su esencia, el nivel del Alma de la Neshamá (Universo de Briá) en términos cabalísticos, puesto que es la propia Neshamá la que contiene el modelo de rectificación, de Tikum (Universo de Atzilut). Y aquí, bien merece aclarar que el hecho de que contenga el modelo de rectificación, no necesariamente quiere decir que esté rectificada.
Por ello el Dr. Bach sigue afirmando:
"Así pues, la vida se resume en el esfuerzo de transmutar las cualidades inferiores del ser en las virtudes superiores de la unicidad desinteresada. Nuestro objetivo final es comprender nuestras faltas y defectos, y empeñarnos en desarrollar la virtud opuesta…"
Podemos encontrar un objetivo común entre el pensamiento que le lleva al Dr. Bach a desarrollar este sistema con uno de los objetivos de la Cábala respecto al ser humano: aprender a ser libres para llevar a cabo el "plan del alma", el sentido de su existencia, ya predeterminado por el Ein Sof, o en términos del Dr. Bach, el Creador.
"Cuando tenemos conciencia de que somos completamente predeterminados, somos completamente libres" Dr. Sabán.
Esta frase del Dr. Mario Sabán recuerda a un pensamiento que E. Bach nos deja en sus escritos:
"Probablemente, la lección más importante de nuestras vidas sea aprender a ser libres, libres de las circunstancias, de nuestro entorno, de otras personalidades y por sobre todas las cosas, libres de nosotros mismos".
Y por este motivo el Dr. Bach va a decir:
"El creador, en su misericordia, ha puesto a nuestro alcance ciertas hierbas divinamente enriquecidas; busquémoslas y usémoslas para ayudarnos a escalar la montaña de nuestra evolución."
Los remedios siguen un patrón, un punto de referencia estructurado, identificable y estable. Comparten el mismo principio esencial que los configura como un patrón de información, una vibración en diversas manifestaciones por fractalidad.
En este caso, a través del estudio de las dimensiones del árbol de la vida de la persona en relación a su distribución de energías, ésta puede comprender dónde se encuentra posicionado y las flores le blindarán una ayuda para conectar con su Alma.
"Encontrando la cura permanente, descubriendo el camino para revelar el propósito de su vida de acuerdo a la propia naturaleza de su alma".
E. Bach
Así como:
"la Luz divina se adapta al recipiente humano"
M. Sabán, extracto de SOD 22.
Estas referencias estarían en consonancia con los siete ayudantes. Éstos me llevan a varias relaciones, como muestro en los gráficos siguientes según lo dispuesto en el Sefer Yetzirá:
Siete ríos, siete desiertos, siete días, siete semanas, siete años, siete periodos sabáticos, siete jubileos y el Palacio Santo, Por eso, hizo a los siete amos bajo todos los cielos."
Estos siete grupos, es posible que también guarden una relación con un secreto mayor de la Cábala:
"La Sabiduría se ha construido una casa; siete columnas le han tallado" (Prov. 9:1)
Esta luz divina también está contenida en cada hierba, dotando a cada una de ellas de una información vibracional.
..."El armonizar nuestra conducta en esta vida de acuerdo con los deseos de nuestra propia Alma y permanecer en un estado de paz tal, que las pruebas y perturbaciones del mundo nos dejen ecuánimes, es, de hecho, un gran logro y nos trae esa Paz que sobrepasa el entendimiento y, aunque al principio parezca estar más allá de nuestros sueños, en realidad, con paciencia y perseverancia, estará al alcance de todos nosotros."
E. Bach
Para finalizar con la comprensión de este primer esquema, aclararé que finalmente E. Bach decide crear siete grupos para distribuir los remedios, no se sabe muy bien si fue para facilitar su uso, o quizá porque fueran organizados según estas siete Sefirot, y esto me llevaría a relacionarlos con los siete tiempos de la formación completa de la Creación.
Esta clasificación en siete grupos habla de: temor, incertidumbre, falta de interés por las actuales circunstancias, soledad, hipersensibilidad a influencias y opiniones ajenas, abatimiento o desesperación, sobreprotección y la excesiva preocupación por el bienestar de los demás, y cada uno de ellos está relacionado con siete estados de la curación: paz, esperanza, felicidad, fe, certidumbre, sabiduría y amor.
Así mismo, podemos encontrar similitudes en cuanto a las Sefirot (dimensiones dentro del árbol):
Jojmá: "(…) el llegar a un ambiente de paz y sosiego en el que las almas puedan hablarnos a través de la conciencia e intuición, y guiarnos según sus deseos".
Jesed – Guevurá: "Si existe crueldad en nuestra naturaleza, (…) desarrollamos la compasión", "Si la crueldad o el odio nos cierran la puerta al progreso, recordemos que el Amor es la base de la Creación, que en toda alma viviente hay algo bueno, y que en los mejores de nosotros hay algo malo".
Maljut: "Quizá una de las mayores tragedias del materialismo es el desarrollo del aburrimiento y la pérdida de la propia felicidad interna". "En la era materialista, el miedo aumenta naturalmente con las posesiones terrenas (ya sea del propio cuerpo o riquezas externas)".
Tiferet – Kéter: "Si nos asalta el orgullo, tratemos de darnos cuenta de que nuestras personalidades no son nada en sí mismas (…) si no nos asiste esa Luz que nos viene de arriba, la Luz de nuestra Alma (…)".
Biná – Guevurá: "Aunque al principio cometamos errores, siempre es mejor actuar que dejar pasar oportunidades por falta de decisión. La determinación no tardará en desarrollarse; desaparecerá el miedo a vivir la vida plenamente, y las experiencias guiarán nuestra mente hacia un mejor juicio".
Guevurá – Yesod: "Cualquier deseo de control, o deseo de conformar la joven vida por motivos personales, es una forma terrible de codicia y no deberá consentirse nunca, porque si se arraiga en el joven padre o madre, con los años estos se convertirán en auténticos vampiros de sus hijos. (…). Debemos negarnos a ser esclavos de la codicia que nos impulsa a dominar a los demás"
Biná – Jojmá: "Para acabar con la ignorancia, no hay que temer a la experiencia, por el contrario, mantener la mente bien despierta y los ojos y oídos bien abiertos para captar cualquier partícula de conocimiento que pueda obtenerse. Al mismo tiempo, debemos mantenernos flexibles de pensamientos, para que las ideas preconcebidas y los prejuicios no nos priven de la oportunidad de obtener un conocimiento más amplio y más fresco".
Estos son algunos ejemplos que justifican la asociación del pensamiento del Dr. Bach con las Sefirót y cómo a través de los desequilibrios que se van estableciendo donde, tal vez, vaya disponiendo de las Hierbas que consideró, quizá, con los mismos criterios.
En "La curación por las flores" nos ofrece un ejemplo con el suicidio. Cómo la desesperación de quedar atrapados en el Tejón (vacío existencial), donde aparentemente nada tiene sentido, es un síntoma de la causa y como causa se manifestará en cada individuo de una forma diferente.
Si bien podemos deducir por sus escritos que Edward Bach conocía el árbol de la vida tal como se aprecia en el libro de Philip M. Chancellor, "Manual de los remedios florales del Dr. Bach, de 1971", concretamente en el escrito en el que se refiere a Nora Weeks y a Victor Bullen como los Jakin y Boaz. Ese mismo escrito acaba con una frase muy significativa:
"Bajo la bendición de Dios, hasta el día en que el Árbol de la Vida dé sus hojas para la sanación de las naciones".
En esta mención ya observamos que no habla únicamente de la individualidad, sino que hace mención a la humanidad (Tikum Olam). Descubrir la verdad de las leyes inalterables del universo es claramente el estudio que desde la tradición de la Cábala nos lleva a comprender cómo operan las leyes en su propia naturaleza en los diferentes niveles de energía. Obediencia a esas leyes es la vía de lograr la paz entre el alma y el ser, esto implicaría la paz interior (Shalom).
Ahora bien, no podemos olvidar que, si bien el estudio del Dr. Bach se centra en la prevención de la enfermedad como mal, uno de los objetivos de la Cábala es la comprensión del mal para la elevación de la consciencia y la revelación de la luz oculta en las Klipot (desequilibrios). Este término hace referencia a la luz no revelada, energía en términos de información a nivel de física, que quedó atrapada en la primera auto-contracción (TzimTum Alef) y que por fractalidad se va a reproducir en los diferentes universos en la densidad energética propia de la naturaleza de cada uno de ellos.
Esto va a dar lugar a una mayor ocultación en función de dicha densidad y por lo tanto mayor oscuridad y límites en el orden de la materia. Por consiguiente, se propiciarán mayores desequilibrios al no haber un entendimiento a nivel de conciencia humana, limitada entre otras causas porque el ser humano nace en la materia, en la máxima densidad.
Este concepto del mal, el Dr. Bach lo traduce en los conflictos que crean las enfermedades y que tienen su origen en los desequilibrios entre la personalidad (alojada en el universo de Yetzirá) y el Alma (nivel de la Neshamá). Dicho en términos de la Cábala, la enfermedad se manifiesta en Maljut (la materia) y es la consecuencia de los desequilibrios en el universo de Yetzirá.
Esta información la podemos encontrar en uno de los escritos de 1931:
"De acuerdo con lo analizado, vemos que nuestro triunfo sobre la enfermedad depende de varios factores: en primer lugar, de la compresión de la Divinidad que existe en nuestro interior y su consecuente poder para superar todos nuestros defectos; en segundo, el conocimiento de que la causa primigenia de la enfermedad reside en la desarmonía entre la personalidad y el Alma; tercero, nuestra voluntad y habilidad para descubrir el defecto o la carencia que está provocando el conflicto; y cuarto, la erradicación de esos defectos mediante el desarrollo de la virtud opuesta"
Siguiendo esta misma comparativa entre ambas disciplinas, las frases del Dr. Bach que se citan a continuación hablan de los dos errores que él considera más importantes:
"Dejar de honrar y obedecer los dictados de nuestra Alma"y "Actuar contra la Unidad"
Desequilibrios (errores) que también podemos encontrar en el análisis del Dr. Mario Sabán:
"El universo de la Emanación, que cosmogónicamente equilibró las energías masculinas con las femeninas, es el que nos reveló la estabilidad del sistema en el cual existíamos. El Daat es el elemento fundamental para que la luz divina pueda descender sobre la realidad material, pero no conocemos exactamente su naturaleza y cómo actúa. Si cada uno de nosotros quiere vivir realmente feliz, debe conocer las leyes que operan dentro de nuestro universo, debe conocer cómo son los mecanismos cosmogónicos y los mecanismos psicológicos, que son fractales de los primeros"
Respecto al concepto del mal, muy ligado con los desequilibrios (errores) y la creación hay conclusiones clarificadoras cuando el Dr. Bach menciona la siguiente propuesta en base a los remedios naturales de las flores. La relación que él establece con la dualidad entre el bien y el mal es mostrada en una de sus frases:
"Lo que nosotros llamamos error o mal es en realidad un bien fuera de lugar, y por tanto es algo puramente relativo"
E. Bach.
En términos de la Cábala el mal o el bien se corresponde a la misma energía, y así lo observamos en el Najash (el arquetipo del serpiente) o del Mashíaj (el arquetipo del mesías) que por gematría el peso energético es idéntico. Va a depender de la posición que nosotros le demos en función de nuestra subjetividad y nivel de conciencia lo que provocará la percepción del bien o el mal.
"Tornar la oscuridad en luz"
Zohar.
Finalmente, para comprender la relación planteada durante el desarrollo de este trabajo finalizaré con la explosión de los Doce Curadores y los Siete Ayudantes en la disposición del árbol de la vida.
Los cuatro Ayudantes hacen referencia a cuatro fases de la creación:
"Los Cuatro Ayudantes eran la fe en un mundo mejor que esperaban obtener algún día, ahora reflejado en la flamígera Aulaga (Gorse). La perseverancia del Roble albar (Oak) que enfrenta a todas las tempestades, ofreciendo cobijo y sostén a los seres más débiles. La voluntariedad de servicio del Brezo (Heather), feliz de cubrir con su simple belleza los espacios azotados por el viento, y los puros manantiales que surgen de las rocas (Rock Water), trayendo brillantez y refresco a los heridos y contusos tras la batalla."
Los Tres Ayudantes que hacen referencia a las tres columnas del árbol y se corresponden con tres letras madres (Shin, Alef, Mem).
"Lo primero es observar si el paciente está pálido o tiene color. Si está pálido necesitará Olive y si tiene color, se necesitará Vine. El séptimo ayudante, Wild Oat, puede necesitarlo cualquiera (...)
E. Bach
Remedios con una estrecha relación con el siguiente texto sagrado:
"Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría". Deuteronominio 7:13.
Grano (Wild Oat), mosto (Vine) y aceite (Olive).
Así encontramos en el Sefer Yetzirá:
"Tres Madres: Alef Mem Shin (…) y de ellas emanaron el aire, el agua y el fuego"
Estas mismas dan lugar a las tres columnas verticales.
Las tres letras madre, Shin, Mem, Alef, nos dan las referencias de la creación:
"El Cielo fue creado del fuego, La Tierra fue creada del Agua, Y el aire del Aliento decide entre ellos"
El misterio que nos revela es que el nombre de D-os es el mismo en diferentes energías y posiciones.
La base en el Árbol de la Vida y el origen de los 12 Curadores la encuentro también en las siguientes palabras del Dr. Bach:
"Si ahora pensamos en los doce atributos de Cristo que aspiramos a conseguir, y que él vino a enseñarnos, encontraremos 12 grandes lecciones de vida. Y mientras por supuesto, las aprendemos, no dudemos en concentrarnos en una en particular. Esa lección viene indicada por la posición de la Luna en nuestro nacimiento, mostrándonos cuál es el principal objetivo de nuestra vida"
Si bien tenemos que tener en cuenta sus influencias teosóficas en base al cristianismo contextualizado de su época, no podemos obviar el hecho de que su base son los textos hebreos que más tarde serán traducidos a otros lenguajes.
En el Zohar encontramos la siguiente información:
"Los doce atributos en cuestión se corresponden con las doce permutaciones del Tetragrammaton" "Asociadas a ellas las Doce Casas, que son las doce divisiones angulares del cielo" "Ellos son los que constituyen los límites del Universo"
Lo que nos lleva a la siguiente afirmación del Dr. Bach:
"Nuestra personalidad se puede deducir a partir de la posición de la Luna en el momento del nacimiento; nuestros peligros son las interferencias de los planetas. Pero los astrólogos ponen demasiado énfasis en los planetas, pero si somos capaces de conservar nuestra personalidad, de ser fieles a nosotros mismos, no debemos temer ningún aspecto planetario o externo. Los remedios nos ayudan a mantener nuestra personalidad. Sólo en las etapas más tempranas de nuestra evolución nos impulsan y gobiernan directamente uno o más planetas. En cuanto desarrollamos el amor, es decir, el gran amor a nuestros semejantes, nos liberamos de nuestras estrellas, perdemos nuestra línea del destino y, para bien o para mal, dirigimos nuestra propia nave."
Edward Bach, Los Doce Curadores, 1933
Desde las enseñanzas de la Cábala, el Alma, la Neshamá, está fuera de Yetzirá, universo en el que las energías planetarias tienen influencia. En la expresión "liberarnos de las estrellas" permite entrever que si seguimos "los dictados del alma" nos encontraremos en un nivel superior de conciencia, ya que esto supone haber pasado el abismo (Tejón) y seguir en el ascenso hacia la unidad, conciencia Alef en términos cabalísticos.
"Están ahí para tender al hombre una mano en las horas oscuras en las que pierde de vista a la divinidad y permite que la nube de miedo y dolor le oscurece la visión"
E. Bach.
Esta frase refleja el posible paso por el abismo, lo que le llevó a elaborar los 19 remedios de construcción de la personalidad y 19 remedios más espiritualizados, disolución de la personalidad hacia la unidad.
Referencias de Bach sobre los 19 últimos remedios más espiritualizados:
"Queridos amigos: La prescripción de estos nuevos remedios va a resultar mucho más simple que los que se difundió en primer lugar, porque cada uno de ellos corresponde a uno de los Doce Curadores y los Siete auxiliares. Por ejemplo, suponiendo que un caso sea definitivamente Clematis, pero la cura no sea completa, se debe prescribir como complemento este nuevo remedio, para ayudar a la mejoría. Incluyo una lista de aquellos que ya han sido experimentados; recibirán el resto a su debido tiempo".
Edward Bach, 1 de julio de 1934-5. Mount Vernon, Sotwell, Wallingford, Berkshire
Finalmente, teniendo en cuenta lo que trasmite la siguiente frase de E. Bach , "Hay fundamentalmente doce tipos de personalidad, y cada uno de ellos tiene un aspecto positivo y otro negativo", me lleva a centrarme en las 12 diagonales (doce permutaciones del nombre de D-os HYVH).
Fusionar los remedios con los canales se fundamenta en el hecho que según las enseñanzas del Sefer Yetzirá solo cuando dos Sefirot se unen en interacción con el mismo objeto físico pueden también interrelacionarse entre sí. Bajo este paradigma, los remedios activarán códigos de energía existentes en los canales que conectan las Sefirot, y de este modo, reorganizarán las energías con la finalidad de conseguir un equilibrio oscilante entre todas ellas.
Permanecer en una Sefirá implica el desequilibrio paulatino de todo el árbol. Así lo encontramos en Ezequiel 1:14, "Las Chayot corrían y regresaban".
Podríamos catalogar remedios que tratan el fondo y otros la forma. Sin embargo, también cabría la posibilidad de que estos remedios estuvieran pensados como canales de ida y de vuelta. De estos 22, constituidos por las 22 letras hebreas ,12 corresponden a las 12 direcciones (12 diagonales),12 que en realidad son 24 (bajada y ascenso).
El Alma se encuentra con desafíos en otro nivel de consciencia y los 19 remedios más espiritualizados actuarán en los mismos canales y letras pero en un nivel superior de conciencia que los anteriores.
Podemos darnos una idea de esta concepción pensando en nuestro Creador como en un sol de amor benéfico y resplandeciente y de cuyo centro irradian infinitos rayos en todas las direcciones.
Sin embargo, con los 19 remedios más espiritualizados podemos entender que cuando hemos aprendido las lecciones básicas y la Neshamá ha conseguido entrar, no podemos justificar los desequilibrios en base a las fuerzas de los cuerpos celestes, hemos de responsabilizarnos de nuestro propio camino y crecimiento.
"El error no está en las estrellas, sino en nosotros mismos" E. Bach
Doce Remedios que incorporan la información a nivel vibración, como código de información fractal de doce cualidades: amor, compasión, paz, inquebrantabilidad, amabilidad, fuerza, comprensión, tolerancia, sabiduría, perdón, coraje y felicidad para trascender doce principales desequilibrios: contención, retraimiento, inquietud, indecisión, indiferencia, debilidad, duda, exceso de entusiasmo, ignorancia, impaciencia, terror y dolor espiritual.
En la conferencia a los masones de octubre de 1936, Bach expone: "Además, la cantidad de paz, felicidad, júbilo, salud y bienestar que experimentamos en nuestra vida depende también de la medida en que la Chispa Divina pueda entrar y brillar en nuestra existencia."
En la Carta a Marlow, 1933, expone "El deseo de ser bueno, el deseo de ser Dios, puede ser un gran impedimento en la vida espiritual, así como el deseo de oro o poder es una experiencia terrenal". "Cada hierba se corresponde con una de las cualidades y su propósito es reforzarla para que la personalidad se eleve por encima de todos los errores que suponen un escollo para cada uno de nosotros".
"El hombre, de naturaleza imperfecta pero evolutiva y perfeccionable, debe llegar a ser lo que es".
Dr. Mario Sabán, Sod 22
"Seamos capitanes de nuestras almas, maestros de nuestros destinos".
E. Bach